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jueves, 26 de mayo de 2011

Las cuatro reglas de oro para tener una contraseña segura

Las contraseñas se están convirtiendo en un dolor de cabeza para millones de personas. Cientos de páginas que ofrecen servicios interesantes nos obligan a registrarnos y a utilizar alguna contraseña para acceder a ellas.


Los delincuentes que quieran suplantarnos, o robar información valiosa de alguna de nuestras cuentas (ya sean bancarias, de correo o de Facebook) disponen de programas para poder adivinar nuestro password. La mejor manera de protegerse ante estos ataques es la de crear súper contraseñas y seguir (y combinar) estas cuatro reglas.

No utilizar la misma contraseña para varios sitios

Si hace tan sólo 6 años solo nos hacía falta recordar una de ellas, la que nos daba acceso a nuestra cuenta de correo, ahora tenemos que recordar al menos cinco más: nuestra segunda dirección de correo, la de Twitter o Facebook, la que nos permite acceder a un servicio de almacenamiento en nube, la que usamos para jugar online a determinados videojuegos, la del banco, la de nuestra tienda favorita...
La tentación de usar la misma contraseña para acceder a todos estos servicios es grande, para recordarla fácilmente,  pero es un suicidio en términos de seguridad: si alguien la descubriese, tendrían en su mano toda la información de nuestro "yo digital". El daño sería incalculable. Así que lo mejor es intentar usar una contraseña diferente para cada sitio, aunque sea difícil de recordar. Eso sí, jamás hay que recopilar los diferentes passwords en un archivo de texto llamado "contraseñas". Se lo estaríamos poniendo muy fácil a cualquier que utilice nuestro PC.

Utilizar números y letras en la contraseña


Nada de usar palabras simples como "zapato". Los expertos recomiendan que las contraseñas deben tener al menos 8 caracteres. Lo ideal es mezclar letras, números y símbolos (#%$!&_+=) en ella. Un truco muy bueno puede ser el sustituir las vocales de una palabra corriente, por números y separar las sílabas con un símbolo. Por ejemplo, "zapato", que, como ya hemos dicho, es un ejemplo de mala contraseña, se convierte en un password casi inexpugnable si utilizamos el truco: z1-p1-t2. Y tampoco es tan difícil de recordar, ¿verdad?

Cifrado "de andar por casa"


Una buena contraseña puede estar formada por las primeras letras de las palabras que formen una frase o el título de una película. Por ejemplo: de "La casa de mi abuela está en Mallorca" podemos crear "LcdmaeeM". "Mujeres al borde de un ataque de nervios" se puede convertir en "Mabd1adn". Casi casi inexpugnable.

Programas de guardado de contraseñas


Otra buena idea puede ser la de instalar un programa como KeePass Password Safe, que permite el guardado de cientos de contraseñas en una base de datos encriptada. Lo único que tendremos que recordar es la contraseña de acceso al programa, y nada más. Pero si nos roban el portátil, estaremos perdidos.

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